Aprendiz de todo, Maestro de nada

Especialidad (definición de la Real Academia Española)
f. Rama de una ciencia, arte o actividad, cuyo objeto es una parte limitada de ellas, sobre la cual poseen saberes o habilidades muy precisos quienes la cultivan.

Vivimos en la Era de Internet y de las Redes Sociales. Una era donde la información está al alcance de todos, donde el avance tecnológico es continuo como por ejemplo en la creación de páginas web a un ritmo de 10.000 nuevas páginas por hora. Esta estadística nos confirma el contexto de sobreinformación en el que vivimos y, si tenemos en cuenta que el 96% de los jóvenes usa Internet a diario y el 83% utilizan las redes sociales como fuente de información; se confirma la sobreexposición informativa a la que estamos expuestos.

Por sobreinformación nos referimos a tener a tu alcance más información de la necesaria llegando a ser contraproducente. Entre las consecuencias destacan la confusión por saturación y el constante desenfoque de nuestra atención.

“La sobreinformación nos ha propiciado a ser más eficientes procesando información, pero menos cualificados en profundizar los datos” – Maryanne Wolf y Edward Tenner

¿Cómo debemos enfrentarnos a esta nueva era?

La respuesta se encuentra en la especialización, focalizar nuestro saber. El mercado laboral se ha convertido en una competición de máximo nivel donde solo los más preparados aspiran a los puestos deseados; cada vez más, se premia antes los conocimientos al detalle que la experiencia generalizada. Por tanto, especializarse tiene como principal ventaja aspirar a una mejor posición laboral y a un mayor salario.

“El paro para titulados de máster es un 20% inferior al resto de personas” – estudio EAE

“Hay una diferencia de más del 50% entre empleados con título y sin” – Informe Adecco

En conclusión, vivimos en una Era donde la tecnología nos brinda un constante flujo de información. Está en nuestras manos saber discernir lo que es necesidad, placer y excedente. Cada vez hay más aprendices, hay más gente que durante una semana absorbe la máxima cantidad de información posible; pero son los maestros, aquellos que realmente “saben de algo”, que destacan en el “saber específico”, los que con el tiempo acaban llegando a la meta, mejor trabajo y mejor salario.

Tu cuerpo también habla

Gesto (Definición de la Real Academia Española)
m. Movimiento del rostro, de las manos o de otras partes del cuerpo, con que se expresan afectos o se transmiten mensajes.

La regla de Mehrabian: “En una conversación, solo el 7% de lo que recibe el interlocutor proviene de las palabras; el 93% restante lo expresamos con la comunicación no verbal.”

La mayoría de nosotros cuando pensamos en comunicarnos preparamos un buen discurso con buenas palabras y prestamos poca atención a la comunicación no verbal como son los gestos y la entonación.

¿Solo importa el discurso y el Currículum en una entrevista de trabajo?

Situémonos en el contexto de que usted ha presentado su candidatura para una vacante y es seleccionado para una primera entrevista de trabajo. La finalidad de ésta es la primera toma de contacto, una entrevista donde se califica principalmente los aspectos más esenciales y superficiales como son el cumplimiento de requisitos y las formas, actitudes y valores del candidato. Vamos a focalizar nuestra atención en las formas, en la comunicación no verbal:

Cuando se presenta en el edificio donde se realizará la entrevista hay un primer contacto: el visual. Su vestimenta le define, ahora bien, dependiendo del sector, de la empresa, de la localización, del cargo que quiere ocupar deberá adecuar su elección. Una vez superado este primer contacto llegamos al primer gesto: el saludo. El apretón de manos debe ser firme, este contacto si se realiza con una cierta debilidad o falta de energía denota una actitud pasiva. Este contacto debe acompañarse de otro contacto visual, mirar al interlocutor a los ojos. Varios estudios han demostrado que esta mirada directa transmite al receptor una actitud de interés y confianza en uno mismo.

Ya estamos sentados en una mesa: la posición de tu cuerpo acomodado en la silla. Primero debes saber que la mejor postura es estar relajado, erguido y natural ya que demuestran comodidad, seguridad y confianza al interlocutor. Algunos errores que transmiten nerviosismo, aburrimiento y arrogancia son balancear uno o ambos pies, torcer las piernas o mantenerlas demasiado abiertas y sentarse demasiado al borde de la silla.

Una vez empieza la entrevista: gestos manuales. Las manos deben saber cuándo es favorable moverlas o no. Es positivo acompañar sus respuestas verbales con una leve gesticulación ayudando a darle énfasis y seguridad a su discurso creando una imagen más positiva y agradable. Por otro lado, tocarse algunas partes de la cara se relaciona a tener inseguridad. Otros gestos son el mantener las manos abiertas y hacia arriba que se asocian a sinceridad, mientras entrelazarlas y cerrar los puños se transmite una cierta ansiedad.

Respondiendo a la pregunta, “ Sí ” es muy importante tener en cuenta tus formas, movimientos y gestos que realices; ya que de ellos puede depender que el interlocutor se posicione hacia una decisión favorable o no respecto a tu candidatura.